Netflix lideró un camino inexplorado hasta 2012: el streaming de series y películas al mes.
A pesar de existir desde el año 1997, el Netflix que todos conocemos arrancó en 2007 en Estados Unidos. Antes de llegar a ser una plataforma de contenido, la empresa funcionaba como un videoclub virtual. En el mismo lo que se hacía era alquilar películas de forma virtual, siendo entregadas dentro de Estados Unidos vía correo postal tradicional. Para poder estar en el programa, lo que se hacía era seleccionar varias películas y la compañía te mandaba el primer DVD, cuando lo terminabas lo reenviabas y ellos te enviaban el segundo.
La idea de todo esto fue de Reed Hastings y Marc Rudolph. En un primer momento, Hastings se olvidó de devolver una película a Blockbuster (posiblemente la cadena de videoclubs más grande del mundo) y tuvo que pagar 40 dólares de multa. Esto provocó que decidieran hacer un videoclub en el cual no hubiese que pagar multas y llegaron a la idea anteriormente mencionada. Aún así, Netflix pudo haber llegado a acuerdos o incluso pertenecer a la misma Blockbuster, solo que la empresa de videoclubs no vio negocio y se negó.
Curiosamente, ahora mismo solo existe un BlockBuster en todo el mundo y está en peligro de desaparecer. El modelo de Hastings-Rudolph funcionó hasta 2007, cuando optaron por empezar a emitir sus películas y series vía streaming para acompañar al sistema original. Fue este año cuando empezaron a hablar sobre crecer fuera de las fronteras estadounidenses, expandiéndose al resto de América pero sin llevar la opción de alquiler por correo. En ese momento, los suscriptores de la página eran escasamente 8,4 millones. A partir de 2008, la empresa iría creciendo tanto en cuanto a suscriptores como en cuanto a lo que ofrecía la propia plataforma.
Netflix pasa de distribuidora a productora.
Para 2010, la empresa se lanzó al mercado canadiense con una oferta de 8 dólares al mes. Esa apuesta tan agresiva le permitió alcanzar el millón de suscriptores antes de que llegasen a un año dentro del país de la hoja de arce. En 2011 se produjo el movimiento definitivo que cambiaría la historia de la compañía. A la vez que se expandian por toda America (43 países del centro y el sur de América), la empresa decidía separar su servicio de streaming de su servicio de DVD. Esta decisión provocó que la empresa perdiese a muchos suscriptores en Estados Unidos, los cuales fueron sustituidos por los nuevos miembros de otros países.
En mitad de esta expansión, Netflix también dejó de ser una simple distribuidora para transformarse también en una productora. Con House of Cards, la empresa se encargo de producir su propio contenido, lo cual le permitió también que fuesen emitidos en todo el mundo. El resto del catálogo no puede verse según el país y la distribuidora que posea el contenido. Sudamérica no tuvo el mismo impacto que Canadá pero aún así la empresa no perdió dinero por esta expansión, permitiendo que en 2012 llegasen a Europa. Irlanda y Reino Unido fue aún más rápida la suscripción que lo que pasó en Cánada,. Esto permitió que ese mismo año se expandiera el sistema a los países escandinavos y en 2013 a Países Bajos.
En ese momento se frenó la expansión debido a los grandes costes que estaban produciendose en los nuevos planes de suscripción. Pero, los streamings empezaron a conseguir más suscriptores fuera de Estados Unidos que en el país de origen. Por ello, en 2014 se alcanzó al centro de Europa y también India. Esta decisión provocó polémica en Francia debido a que se acusaba a Netflix de querer traer la cultura estadounidense al cine francés. Es por ello que la empresa tuvo que emplearse a fondo para producir películas y series en francés que evitarán esta crónica.
Llegada a España y a todo el mundo
A partir de 2015 la compañía se extendió por los cinco continentes. El año empezó con la expansión a Oceanía y posteriormente llegando al sur de Europa. Tras alcanzar el sudeste asiático, la empresa firmó en 2016 un acuerdo que le permitiría llegar a prácticamente todos los paises del mundo con acceso a Internet. Los únicos lugares donde Netflix actualmente no está implantado son Crimea, China, Syria, Corea del Norte y zonas que están sancionadas por Estados Unidos. No obstante, en China sí está Netflix como productora debido a sus acuerdos con iQiyi.
El principal problema de todo este problema es que la empresa ha dejado de ser tan rentable como antaño. Sin mercados nuevos es díficil afirmar que habrá un aumento en la cantidad de suscriptores y más cuando en Estados Unidos están cayendo. La llegada de nueva competencia (Amazon, HBO, Disney) también han provocado una disminución de catálogo y la necesidad de subir precios. Aunque en un primer momento se subieron por la agresividad de la primera oferta, ahora la empresa tiene que subirlos debido a que no hay otra solución a la pérdida de dinero. Cabe destacar que actualmente tiene una deuda de 23 billones de euros.
Contratar Netflix y actuales opciones de planes
Contratar Netflix es realmente sencillo debido a la facilidad de su web. Lo primero que hay que hacer es entrar en Netflix.com y desde ahí elegir el plan que más interese al consumidor. Tras elegir una de las tres opciones debes usar un correo y crear una contraseña que te permitirá entrar dentro de tu cuenta. Una vez ahí tendrás que elegir cual es el formato de pago que quieres utilizar. Cabe destacar que puedes usar varios métodos como una tarjeta de crédito, Pay-Pal o un código de la propia Netflix.
Respecto a los precios, las cosas han cambiado en los últimos meses con una subida generalizada de los que paga el consumidor por producto. La forma más barata de contratar el sistema de stream son 8 euros al mes, solo permite que se emita en una pantalla y no está en HD. El pack estándar permite dos pantallas a la vez emitiendo la web e incluye HD pero ya sube a los 12 euros de precio. Finalmente, lo que en un primer momento valía 8 dólares actualmente vale 16 euros. Estos 16 euros permiten cuatro perfiles dentro de una misma cuenta y ver todo en Ultra HD. Y aún así, no es seguro que estos sean los precios finales debido a que Netflix ya ha tenido que subir este año los precios por la llegada de nuevos competidores.